El doctor Raúl Yazigi, gastroenterólogo de Clínica Alemana, explica que hasta el momento no se ha logrado definir en forma categórica por qué los chilenos tienen una mayor tendencia a desarrollar esta enfermedad. Sin embargo, se ha establecido una relación entre el cáncer gástrico y la gastritis crónica producida por el Helicobacter pylori, que es la misma bacteria que origina la úlcera, pero por mecanismos diferentes.
‘En los años 80, cuando comenzaron a mejorar los índices de saneamiento ambiental, se observó una disminución progresiva de todas las enfermedades que se transmitían por contaminación fecal de los alimentos, como las originadas por Helicobacter pylori. Y en forma paralela también se produjo una sostenida e importante baja en la incidencia de cáncer de estómago. Esto permitió que años más tarde se asociaran ambos fenómenos’, sostiene el especialista.
Consultar a tiempo marca la diferencia
Esta patología, que afecta principalmente a personas mayores de 40 años, tiene un ciclo de desarrollo de meses e incluso años, el que comienza con una pequeña lesión de alrededor de un centímetro en el revestimiento interno del estómago.
‘Lamentablemente, el cáncer gástrico es relativamente silencioso, ya que en una etapa precoz no existen síntomas o bien son leves y se asemejan al malestar abdominal que produce una úlcera’, sostiene el gastroenterólogo.
Por esto muchos afectados no le prestan mayor atención o se automedican. Incluso hay personas que llevan tanto tiempo con estas molestias que se acostumbran a vivir con ellas y recién consultan en una etapa avanzada, cuando las posibilidades de mejoría son menores.